Difícilmente el vicepresidente Amado Boudou llegue a prisión algún día. Sólo Felisa Miceli tuvo una condena de escaso cumplimiento y antes, en los 90, sólo María Julia Alsogaray terminó presa. El problema de Boudou y de la mayoría de la clase política es la exposición pública a un proceso judicial oral y al desfile por los tribunales para dilatar causas y forzar su prescripción, especialmente cuando se termina el mandato del Poder de turno.
Este viernes, Boudou pidió no ir a juicio oral y público en la causa que está procesado por documentación trucha de un vehículo marca Honda que compró hace varios años y por el cual el fiscal pidió juzgarlo.
Ante el juez federal Claudio Bonadío, el vicepresidente presentó un escrito en el que se opuso a la elevación a juicio tal cual lo reclamó el fiscal federal Guillermo Marijuan.
En su planteo, Boudou reiteró que él fue ajeno a los trámites y que quienes se encargaron de los mismos fueron los gestores que están procesados en la causa.
El problema para Boudou es que su ex mujer, que también está en esta causa, no objetó la elevación a juicio, con lo cual dificultó la defensa del vice.
(Por 4SEMANAS/NA) |