Envejecimiento poblacional en Argentina: «Con 16% mayor de 60 años, jaquea el sistema de salud»

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La Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (CADIME) organizó su VI Jornada APS, dedicada al “Envejecimiento poblacional, un nuevo desafío para la reforma del sector salud desde la perspectiva de la atención primaria”. Las conclusiones.

Auspiciada por el Ministerio de Salud de la Nación, la Asociación Médica Argentina (AMA), la Confederación Unificada Bioquímica de la República Argentina (CUBRA), la Federación Médica de la Provincia de Buenos Aires (FEMEBA), la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA), el Instituto de Política, Economía y Gestión en Salud (IPEGSA) y la Fundación LeDor VaDor, contó con la presencia de un centenar de asistentes, y también se transmitió en modalidad virtual.

Los datos del último censo y de ANSES citados en diferentes presentaciones fueron elocuentes. Los mayores de 60 años de edad ya representan el 16% de la población argentina, y, para el 2050, serán del 22% al 25%, de acuerdo con el INDEC y el BID, respectivamente. De los 7,4 millones de mayores de 60 años de la actualidad, 750 mil no cobran jubilación y 3,1 millones cobran el haber mínimo. El 50% carece hoy de seguridad alimentaria y de actividad física. Por otro lado, el 10% sufre déficit cognitivo leve, porcentaje que llega al 40% entre los mayores de 80 años.

Rolando Morgensterin, referente del área Técnica de CADIME y magíster en Salud Pública, dio el puntapié inicial al debate, sin elegir eufemismos: “No se puede hablar del envejecimiento saludable de la población, como plantea la OMS, sin una cobertura universal basada en la atención primaria, que reduzca las brechas en el acceso a los servicios de salud, independientemente de la condición socioeconómica”. Como dato de base con relación al tema de la jornada, sólo 67.000 argentinos mayores de 65 años de edad reciben los beneficios del Programa Sumar, que promueve el acceso a servicios de salud para quienes no poseen cobertura formal.

¿Cómo se financia la dependencia?

La doctora Romina Rubin, vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría (SAGG), sostuvo que “la Argentina es uno de los países más envejecidos de la región” e incluso que “la población mayor de 80 años de edad es la que más crece”. Pero adujo que este cambio en el perfil demográfico “pone en jaque el sistema de salud”. ¿Por qué? Explicó que, “si bien logramos aumentar la expectativa de vida, no conseguimos incrementar los años libres de discapacidad”.

Entre otras acciones, la directora médico asistencial del Hogar LeDor VaDor subrayó dos propuestas: desarrollar un “plan de detección precoz de pacientes en riesgo de fragilidad (el estado clínico que aumenta la vulnerabilidad de un individuo para desarrollar dependencia o mortalidad) en todos los niveles de la atención primaria”, y favorecer “la formación de enfermeras de enlace o referentes gerontológicos”, teniendo en cuenta que sólo hay 700 geriatras registrados en toda la Argentina.

A continuación, el gerontólogo Edgardo Di Virgilio, miembro de la comisión directiva de la SAGG, sostuvo que la revolución de la longevidad implica una “crisis socio-sanitaria”. Al respecto, aseguró que la tarifa mensual de “una residencia de larga estadía de mediana calidad es de 3.000.000 de pesos” y se preguntó, entonces, “cómo se financia la dependencia”, incluso con sistemas de cuidados que “no satisfacen las necesidades de las personas mayores”, según confirmó.

Por su parte, la directora de la Diplomatura en Enfermería Gerontológica del Instituto Universitario IUDP y especialista en Gestión y Dirección de Instituciones de Salud, Lorena Peralta, se refirió a la necesidad de mejorar la eficiencia y reducir el impacto en la salud mediante cuidados transicionales, cuando se transfiere a un paciente de un servicio a otro durante el curso de un episodio de salud. Al respecto, enfatizó que “uno de cada cinco pacientes es rehospitalizado en los treinta días posteriores al alta, y uno de cada dos resulta afectado por un error de medicación”. En contexto, completó, “cada paciente pierde 30% de su capacidad funcional con una internación”.

La psicóloga Marcela Cafferata, coordinadora académica de la Especialización en Intervenciones y Gestión Gerontológica de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, completó la primera parte de la jornada. Aseguró que la clave es “trabajar sobre la prefragilidad de los adultos mayores, mediante los dispositivos de vida independiente como los hospitales de día, los centros de día, los clubes de día y los centros de jubilados, para no llegar a la dependencia”, que afecta al 46% de los mayores de 85 años. Precisó que “dichos dispositivos existen”, pero que “el problema es de financiación y accesibilidad”.

Una ley no implementada

Más tarde fue turno del segmento dedicado a los cuidados paliativos, para aliviar el sufrimiento severo por enfermedad grave y especialmente cuando el paciente está cerca del final de su vida. La psicóloga Silvina Dulitzky, presidenta de la Asociación Argentina de Medicina y Cuidados Paliativos, lamentó que la Ley Nacional de Cuidados Paliativos 27.678, sancionada en 2022 y reglamentada en 2023, no haya sido implementada aún, y por lo tanto “no se asegure la accesibilidad” a estos servicios. La doctora Laura Daud, ex coordinadora del equipo de Dolor y Cuidados Paliativos de FLENI, destacó, no obstante, que “la atención primaria es la primera línea para garantizar un cuidado eficiente, integral, continuo y humanizado”.

Luego, tomó la palabra la doctora Zulma Ortiz, ex ministra de Salud de la provincia de Buenos Aires y actual directora de Investigación de la Fundación Huésped. Reafirmó que “lo que nos está faltando en la Argentina es la asociatividad público-privada”. De acuerdo con su visión, esta clave debería dar paso al “fortalecimiento del primer nivel de atención y un modelo preventivo y comunitario, que es lo que necesitamos instalar”.

La jornada se había iniciado con la presentación del presidente de CADIME, Guillermo Gómez Galizia, y el rector del Instituto Universitario IUDPT, Mariano Álvarez. Ambos coincidieron en destacar la necesidad del “compromiso de todos los actores del sector”, para enfrentar el impacto del envejecimiento poblacional sobre el sistema de salud. Y subrayaron la relevancia de la capacitación precisamente para “contribuir a un sistema más inclusivo y eficiente”.

Al respecto destacaron la conformación del Centro de Estudios y Capacitación en Salud (ECS) del Instituto Universitario IUDPT, que tiene por finalidad “promover y desarrollar actividades que aporten a la mejora de los servicios de salud”.

El cierre estuvo a cargo de Javier Vilosio, jefe del área Técnica de CADIME y director del CECS. Enfatizó en que “el sistema de salud requiere modificaciones trascendentales no sólo desde una perspectiva sanitaria, ya que también hay en juego un cambio en el modelo asistencial, con la enorme presión de la tecnología”.

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