Cómo sigue el paro de colectivos en el conurbano
Choferes de ocho líneas de colectivos del sur del AMBA están de paro por tiempo indefinido por el no pago de salarios, afectando a miles de pasajeros que deben recurrir a transportes alternativos en medio de la saturación del sistema.
La terminal de la avenida 14 y Camino General Belgrano en Berazategui se convirtió en el epicentro de un conflicto que mantiene en vilo a miles de usuarios del transporte público. Desde el viernes pasado, choferes de ocho líneas de colectivos decidieron abstenerse de trabajar de manera indefinida hasta regularizar el cobro de sus salarios correspondientes al mes de octubre. La medida afecta principalmente a residentes del sur del conurbano bonaerense que dependen de estas unidades para sus traslados diarios.
El conflicto se originó cuando los trabajadores de la línea 148, perteneciente a la empresa Nuevo Halcón, denunciaron que no habían recibido sus haberes dentro de los plazos legales. Rapidamente, la protesta se extendió al grupo MOQSA, que incluye otras siete líneas que operan en municipios como Quilmes, Berazategui, Florencio Varela, Avellaneda y La Plata, además de algunos recorridos dentro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Asamblea y definición de la medida
En la asamblea gremial realizada el lunes a las 18 horas, los trabajadores ratificaron la continuidad del paro hasta que las empresas efectúen el pago total de los salarios adeudados. Durante la reunión, los choferes acordaron mantener una protesta pacífica, sin movilizaciones masivas, pero con presencia constante en las terminales para visibilizar su reclamo. También realizaron cortes de tránsito en las inmediaciones como forma de presión.

Los representantes gremiales fueron contundentes al explicar los motivos de la medida. “Estamos en el noveno día hábil del mes y seguimos sin recibir nuestros salarios. Antes hacíamos medidas de fuerza y la plata aparecía en nuestras cuentas, ahora llevamos cuatro días de protestas y seguimos sin cobrar”, declaró un trabajador del grupo MOQSA que prefirió mantener su identidad en reserva.
La respuesta de las empresas
La empresa Nuevo Halcón emitió un comunicado oficial reconociendo las “dificultades financieras” para afrontar los pagos en tiempo y forma, aunque sin ofrecer detalles concretos sobre un posible cronograma de cancelación de los haberes adeudados. “Aún persiste la abstención de tareas de nuestros conductores. Por este medio informaremos la normalización del servicio”, señaló el texto difundido por la compañía.
Los trabajadores, sin embargo, mantienen su postura firme. A través de sus redes sociales, los voceros del grupo de choferes afirmaron: “No levantaremos el paro hasta cobrar lo que nos corresponde”. Esta determinación se sostiene a pesar de que un grupo reducido de aproximadamente cincuenta conductores habría recibido sus pagos después de haber mantenido un servicio mínimo durante el fin de semana.
El reclamo salarial en contexto
Un representante gremial explicó con mayor detalle la situación en diálogo con medios televisivos: “Entre el viernes que comenzó la protesta y hoy, le llegó el pago nada más que a 50 de los choferes, que nos pusimos al hombro el servicio reducido durante el fin de semana, pero obviamente no alcanza. Nosotros somos trabajadores, nos merecemos cobrar porque para eso trabajamos, y lo que adeudan las empresas es más de un mes. Por eso no vamos a levantar el paro de colectivos hasta que los haberes lleguen a todos”.
El conflicto salarial se desarrolla en un contexto económico adverso para el sector del transporte automotor de pasajeros. Los choferes no solo exigen el pago inmediato de los sueldos atrasados, sino también una actualización salarial que acompañe el ritmo inflacionario. Según indicaron los trabajadores, los aumentos acordados previamente quedaron desfasados frente al incremento del costo de vida y el alza constante de los precios en alimentos, servicios y combustible.

Impacto en los usuarios y aumento de tarifas
Mientras el conflicto laboral se profundiza, los usuarios enfrentan una doble situación: por un lado, la interrupción del servicio de ocho líneas esenciales para la movilidad en el sur del AMBA, y por otro, un aumento en el costo del pasaje implementado desde el 1 de noviembre.
El boleto mínimo de colectivo en el AMBA tuvo un incremento del 4,1%, alcanzando los $572,86 en el Conurbano bonaerense y $568,91 en la Ciudad de Buenos Aires con la tarjeta SUBE registrada. Aunque las empresas argumentan que este ajuste busca compensar los costos operativos, los gremios sostienen que esos aumentos no se traducen en mejoras salariales ni en mayor estabilidad para los trabajadores.
Saturación del transporte alternativo
La paralización de las líneas 148, 159, 219, 300, 372, 500, 584, 603 y 619 ha generado un efecto dominó en el sistema de transporte de la zona sur del área metropolitana. Miles de pasajeros que dependían de estas unidades se han visto obligados a recurrir a medios alternativos como remises, autos particulares o trenes, que rápidamente alcanzaron su máxima capacidad.
Estudiantes y trabajadores que deben trasladarse diariamente enfrentan dificultades adicionales para cumplir con sus horarios, especialmente durante las primeras horas de la mañana y los momentos pico de la tarde. La situación se agrava por la falta de información clara sobre la duración de la medida y las posibles soluciones al conflicto.
Posición de las autoridades
Hasta el momento, las autoridades nacionales y provinciales no han intervenido formalmente en la negociación entre las empresas y los trabajadores. El Ministerio de Trabajo bonaerense evalúa la posibilidad de convocar a una audiencia entre las partes para intentar destrabar la medida, pero aún no se ha confirmado fecha alguna para dicho encuentro.
Los choferes ratificaron su postura en términos claros: “Hasta que no nos depositen los salarios completos, los colectivos no van a salir”. Esta advertencia refleja la determinación de los trabajadores a mantener la protesta por el tiempo que sea necesario, marcando un nuevo capítulo en la serie de conflictos que han afectado al sistema de transporte público en los últimos meses.
