Otra vez hay riesgo de paro de colectivos: pagarán sueldos en cuotas y alerta en el AMBA
La Unión Tranviarios Automotor (UTA) ratificó en las últimas horas su ultimátum al sector del transporte de pasajeros: si no se deposita el 100% de los salarios y aguinaldos habrá paro de colectivos paralizando rutas clave en el AMBA.
«Si el cuarto día hábil no está depositado el 100% del salario en alguna empresa, se para», advierten en un comunicado oficial de la UTA, que rechaza de plano la propuesta de las cámaras empresarias de fraccionar los pagos en cuotas, considerando inaceptable que los trabajadores sean «rehenes» de negociaciones entre empresas y Estado.

Hoy el sueldo básico de los colectiveros, acordado en noviembre de 2025, asciende a $1.370.000, al que se suman viáticos diarios de $13.000, lo que eleva el ingreso mensual total a valores cercanos a $1.682.000.
AMBA, al límite del «colapso»
El anuncio de la UTA llega en medio de una escalada de tensiones que amenaza con colapsar el sistema de transporte colectivo en Argentina. Las cámaras empresarias del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), agrupadas en entidades como CETUBA, AAETA, CEAP, CTPBA y CEUTUPBA, alertaron este jueves sobre un «inminente colapso» del servicio urbano automotor de pasajeros.
En un comunicado conjunto, denuncian una crisis agravada año tras año, con tarifas intervenidas por el Estado que no cubren ni el 70% de los costos reales –incluyendo insumos, salarios y reposición de capital–, pese a ajustes por encima de la inflación. «Falta más del 30% de los ingresos para cubrir las necesidades», sostienen, y destacan que, sumados los subsidios, aún no se alcanza la cobertura acorde a los permisos, la demanda de usuarios y las normas de seguridad vial.

El detonante en el AMBA fue la reciente parálisis de un operador clave en la zona sur, que dejó sin servicio a millones de usuarios y miles de choferes sin sueldos en tiempo y forma. Otras 40 empresas de la región no lograron pagar la totalidad de sus obligaciones salariales, y ya se anunció que los haberes de noviembre se abonarán en dos cuotas, mientras el aguinaldo se dividirá en seis tramos. «Todas las empresas llevamos décadas de actividad responsable, pero escapa de nuestras manos seguir realizando mayores esfuerzos», argumentan las cámaras, que exigen una adecuación urgente del marco normativo para evitar la profundización de la crisis, «ajena a nuestra voluntad». Entienden el ajuste fiscal y la baja de subsidios, pero advierten que, al cerrarse otras opciones, la variable recae en los salarios, la sostenibilidad de los servicios y la seguridad de los usuarios.
Paro de colectivos: La compleja situación en el interior del país
La situación se replica y agrava en el interior del país, donde la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (FATAP) se sumó al conflicto con una presentación formal ante la Dirección Nacional de Relaciones y Regulaciones del Trabajo, firmada por su presidente Gerardo Ingaramo y el secretario Gustavo Larrea, el 25 de noviembre. La entidad, que representa a empresarios de provincias como Tucumán, Chaco, Entre Ríos, Corrientes, Santiago del Estero, Formosa y Catamarca, denuncia una «grave situación» por la eliminación de subsidios nacionales, aportes provinciales insuficientes y tarifas distorsivas sin sustento técnico, que no reconocen el costo kilómetro real. Esto ha provocado un «constante cierre de empresas, eliminación de servicios, pérdida de fuentes de trabajo y paralizaciones de prestaciones», generando un deterioro del capital invertido y una proliferación de medios alternativos inseguros, como motovehículos, que compiten con tarifas de bajo costo.

Ante este panorama, la FATAP solicita una audiencia urgente con la UTA para establecer «condiciones excepcionales» que permitan cumplir con los compromisos salariales de diciembre –incluyendo haberes devengados en noviembre y la segunda cuota del S.A.C.–, ya que resulta «materialmente imposible» hacerlo en el marco de las normas vigentes. De facto, se suma al anuncio de pagos en tramos de las cámaras del AMBA, argumentando una ecuación económica rota desde hace largo tiempo, con una fuerte caída de pasajeros por la recesión y la ausencia de políticas públicas para controlar aplicaciones y servicios desregulados.
El conflicto, que ya generó presentaciones ante el secretario de Trabajo Julio Cordero, refleja la tensión entre la sostenibilidad del sector y los derechos laborales. Las empresas alegan dificultades financieras por congelamiento tarifario y subsidios atrasados, mientras la UTA insiste en que «los problemas económicos no deben afectar los ingresos de los trabajadores» y que el pago íntegro es «irrenunciable».
Así las cosas, usuarios y autoridades observan con preocupación el inminente paro de colectivos, a menos de una semana de la fecha límite fijada por el sindicato: el cuarto día hábil previsto para el 4 de diciembre. Hasta el momento, no se reportan avances en negociaciones, y la tensión persiste sin resoluciones adicionales.
Con información de agencia Mundo Gremial
