Oyarbide negó conocer al presidente de Boca
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El ex juez federal Norberto Oyarbide afirmó que «nunca» dialogó con Daniel Angelici, al declarar como testigo en una causa que investiga un supuesto tráfico de influencias en los tribunales federales de Retiro, y además dijo que se jubiló por culpa de Elisa Carrió y ahora se dedicará a la filosofía y a la psicología.
El ex juez federal Norberto Oyarbide negó este jueves conocer al presidente de Boca, Daniel Angelici, rechazó haber sido parte de un «tráfico de influencias» para que renuncie al cargo y aseguró que se jubiló ante la «lluvia» de pedidos de juicio político presentados por la diputada Elisa Carrió, que tornaron «tóxico» su trabajo.
«Mi desempeño como magistrado en el Juzgado Criminal Federal 5 se había tornado de imposible cumplimiento pues caían sobre mi escritorio, si me disculpan la metáfora, lluvias de pedidos de juicio político», todos presentados por «una única persona, hago referencia a Elisa Carrió», explicó el jubilado ex magistrado al declarar como testigo ante el juez federal Sebastián Casanello en el marco de una causa en la que se investiga el presunto tráfico de influencias.
En la audiencia, ante el juez y los defensores de Angelici, Alejandro Pérez Chada y Osvaldo Tévez, Oyarbide negó conocer a Angelici y haber «recibido influencias», según la declaración a la que accedió Télam.
«Enfáticamente se debe despejar la idea de haber recibido influencias, solamente ocurrió lo que expresé de que el clima laboral se había tornado tóxico y empezaba a sentir síntomas claros de una enorme perturbación nerviosa por el acoso sufrido como no he visto antes de parte de la señora Carrió», argumento el ex magistrado.
En este marco, Oyarbide indicó que, además de no conocer a Angelici, tampoco se comunicó con él «bajo ninguna forma» mientras estuvo a cargo del Juzgado Criminal y Correccional número 5, con sede en los Tribunales de Comodoro Py 2002, del barrio porteño de Retiro.
«Quiero aclarar que, además de no conocerlo al señor Daniel Angelici, no me he comunicado con él bajo ninguna forma, ni telefónica ni por intermedio de otras personas ni por mails que no tengo, teléfono celular tampoco tengo y, si quiero ver algún partido de Boca, lo veo desde mi casa», afirmó el ex magistrado.
Oyarbide arribó solo, a bordo de un taxi, minutos antes de las 10, a los Tribunales federales de Retiro citado para declarar bajo juramento de verdad en una causa que investiga a Angelici por supuesto tráfico de influencias entre los jueces del fuero federal.
El ex juez ya había declarado por escrito y había negado conocer a Angelici antes de jubilarse, pero en esta ocasión tuvo que concurrir en persona, pues ya no tiene más fueros que le permitan hacer uso de esa prerrogativa.
En cuanto a otras presiones y visitas a su juzgado, a las que había aludido en una nota periodística que derivó en el pedido del fiscal federal Federico Delgado para esta nueva citación como testigo en la causa, aclaró que se refería a abogados.
«Estoy hablando de profesionales en general, son ellos muy sutiles al momento de expresarse, buscan que yo pise el palito y anticipe la decisión a tomar dentro de una investigación para poder luego con éxito lograr mi recusación. No hubo más que eso», justificó.
El ex juez no dio nombres ni datos concretos sobre alguna presión o intento de tráfico de influencia sufrido durante su gestión, y reiteró que su decisión de renunciar y jubilarse la tomó por los pedidos de juicio político de Carrió en su contra.
«Para que quede definitivamente marcado, sentí que la fosa estaba empezando a abrirse, y no dudé, aplicando el sentido común, en agilizar todos y cada uno de los procedimientos para retirarme del cargo que desempeñé por 21 años», contó.
«Levanté el teléfono y me puse en contacto con las autoridades pertinentes de Anses para la jubilación», consignó el ex magistrado, quien además dijo ser «uno de los pocos que quedan de la época prehistórica en la que los expedientes se cosían con aguja de colchonero».
«Yo no he sido un personaje inventado ni elegido por otro procedimiento que no sea el reconocimiento de mis superiores por tantos años de labor, en tantos largos años jamás mi legajo tuvo una mancha, ni siquiera un llamado de atención», enfatizó.
El 13 de abril pasado, el ex juez entregó en persona su renuncia al ministro de Justicia, Germán Garavano, que luego fue aceptada a través de un decreto firmado por el presidente Mauricio Macri y publicado en el Boletín Oficial, cuando el Consejo de la Magistratura se aprestaba a iniciar un proceso de juicio político en su contra.
Ahora, contó al declarar, está «presto a iniciar» una carrera vinculada a la actividad «filosófica, psicología y psicoanálisis».
Oyarbide fue imputado ayer por supuesto enriquecimiento ilícito, en una investigación a cargo del juez federal Sergio Torres, por lo que ahora deberá defenderse en esa causa judicial abierta contra su persona.