Senado: Braillard Poccard propone que Alberto F prorrogue la Ley de Biocombustibles apelando al art. 1

El Senador nacional Néstor P. Braillard Poccard (Partido Popular/Eco – Corrientes) presentó un proyecto de Comunicación en la Cámara alta por el cual promueve que el presidente Alberto Fernández prorrogue el plazo de vigencia de la ley 26.093 sobre promoción de los Biocombustibles.

El legislador reclama la extensión del régimen para los Biocombustibles «de acuerdo con las facultades que le confiere el artículo 1° de la mencionada norma (Ley 26.093), habida cuenta de su pronto vencimiento y la importancia de la actividad productiva en numerosas jurisdicciones de nuestro país, fundamentales para las economías regionales».

Cabe recordar que la denominada prórroga de la Ley de Biocombutibles tuvo media sanción en el Senado de manera unánime, pero le falta la aprobación en Diputados, donde no hay acuerdo y el Gobierno nacional pretende elaborar un nuevo régimen.

En esa línea, Braillard Poccard fundamenta en su proyecto lo siguiente:

La ley 26.093 puso en marcha el Régimen de Regulación y Promoción para la producción y uso sustentable de Biocombustibles en todo el territorio de nuestro país que entró en vigencia en mayo del año 2006 y estableció la obligación de mezclar la totalidad de los combustibles fósiles que se comercialicen en el país con Biocombustibles.

Hoy próximo a su vencimiento que se opera en el mes de Mayo 2021 entendemos necesario que el Poder Ejecutivo de la Nación disponga la prórroga de dicha ley tal como lo faculta la norma en su artículo 1° dado que si bien esta Honorable Cámara ha dado media sanción al proyecto de ley de prórroga en el año 2020 aún no se procede a su tratamiento en la Cámara de Diputado de la Nación, lo que produciría el vencimiento de un Régimen de gran interés productivo a nivel Nacional y regional.

La importancia de esta acción está dada en los beneficios y contribuciones que otorga este Régimen en todo el Territorio Argentino en materia de diversificación de la matriz energética, desarrollo de las economías regionales, industrialización de la producción primaria, sustitución de importaciones y preservación del medio ambiente, lo que justifica y hacen necesario garantizar la continuidad y previsibilidad de este régimen.

Analizando la historia de nuestro país podemos decir que a principios de los años setenta, los combustibles fósiles ocupaban un peso cercano al 86% en el total de la oferta primaria mundial de energía, mientras que otras fuentes como la hidroeléctrica y nuclear llegaban conjuntamente a menos del 2,5%. Por su parte, el resto de las llamadas fuentes renovables representaban poco más del 11%.

Casi treinta años más tarde, los combustibles fósiles siguen representando el 80% de la matriz energética mundial, seguidos por las fuentes renovables con un 10%, al tiempo que las fuentes hídrica y nuclear acaparan poco más del 10% restante.

Históricamente, Argentina ha dependido fuertemente tanto del petróleo como del gas natural, mientras que el peso de los combustibles renovables se mantuvo casi invariante y en niveles marginales. De esta forma, en 1970 la matriz energética argentina se componía por petróleo en un 70% y poco menos del 20% por el carburante gaseoso. En el año 2000, el gas natural se convirtió en la principal fuente energética, con una participación de casi el 50%, mientras que el petróleo llegó al 40% del total. En la actualidad, la matriz energética argentina sigue presentando una composición muy sesgada hacia los combustibles fósiles, donde el gas y el petróleo conservan el 50% y 38% de la oferta de energía total.

En cuanto a la producción y consumo de combustibles, cabe destacar que las diferentes refinadoras y destilerías procesan anualmente más de 30 millones de metros cúbicos de petróleo provenientes de las cuencas Noroeste, Cuyana, Neuquina, Golfo San Jorge y Austral. Por su parte, el gasoil es el combustible más utilizado, y la principal fuente de energía para la maquinaria agrícola y pesada, vehículos de transporte y de carga. Aproximadamente, dos tercios del consumo de combustibles corresponden a dicho fluido, mientras que las naftas y el GNC obtienen cada uno un 17% del total.

La industria de los biocombustibles en nuestro país tiene 10 años de estar en funcionamiento, a través de 54 plantas situadas en 10 provincias (Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos, La Pampa, San Luis, Santiago del Estero, Córdoba, Tucumán, Jujuy y Salta), y constituye un claro ejemplo de desarrollo de economías regionales e industrialización de la producción primaria en origen; generando más de 300.000 fuentes de trabajo, directas e indirectas, que van más allá de la producción del biocombustible, dando origen y/o potenciando el crecimiento de otras industrias y actividades (productores cañeros, cadena del maíz y de la soja, complejo aceitero y pequeñas aceiteras a prensa, empresas de transportes, industria metal-mecánica) y de nuevas aplicaciones tecnológicas al servicio de todos esos sectores.

En mi provincia de Corrientes en razón de su actividad Foresto – Industrial dispone de cantidades de Biomasa aplicables a la producción energía. Los combustibles que se utilizan para satisfacer las necesidades de producción, transporte y propias de la población de la Provincia de Corrientes son naftas, gasoil y gas licuado de petróleo, de origen externo al ámbito provincial que llegan por transporte terrestre y se almacenan y distribuyen por la misma vía. Los usuarios industriales poseen sistemas de almacenamiento para sus necesidades y existe una red de estaciones de servicio que distribuyen los combustibles en la Provincia. Es de mencionar que el Gasoducto que ingresa a territorio de Brasil por la localidad de Paso de los Libres no posee derivaciones y ramales que atiendan necesidades de poblaciones e industrias aledañas, en modo significativo.

Es importante destacar que la provincia de Corrientes conjuntamente con otras provincias poseen producción de caña de azúcar, lo que resulta el cultivo más difundido en la producción de etanol nacional, esta se industrializa tanto para la obtención del combustible como para obtener azúcar y bagazo. Aunque la producción de este cultivo es de larga data en el ámbito nacional, diversas crisis de precios y cambios políticos y tecnológicos han repercutido negativamente en la evolución del sector, donde la superficie sembrada se ha mantenido estable en valores cercanos a las 300.000 hectáreas. El 65% del área sembrada total se localiza en la provincia de Tucumán, seguida por Jujuy con un 22%, y Salta, Santa Fe, Misiones, Chaco y Corrientes.

Si analizamos la importancia de la ley a nivel provincial existen diversas normas aprobadas. Las principales provincias productoras de biocombustibles no sólo adhirieron a la Ley 26.093 sino que implementaron distintos incentivos para la promoción de la actividad en su territorio, el caso de la provincia de Santa Fe, por ejemplo, que sancionó dos proyectos durante el año 2006, en los cuales la provincia adhiere a la Ley nacional 26.093 y se propone la creación de la Agencia Provincial de la Energía no Convencional Renovable.

Se establecen asimismo incentivos fiscales entre los que se cuenta la exención o reducción del impuesto a los ingresos brutos, a los sellos, inmobiliario y patentes para los emprendimientos aprobados por la agencia a crear por 15 años.

Mediante la Ley Provincial 13.719, sancionada en agosto del 2007, Buenos Aires adhiere a la Ley nacional 26.093 de biocombustibles, establece que tanto los proyectos para autoconsumo como aquellos promovidos por la Ley 26.093, estarán exentos del pago de los impuestos de Ingresos Brutos e Inmobiliario por 15 años. Los proyectos destinados a la venta al mercado interno o para exportación estarán exentos del pago de los impuestos antes mencionados por un plazo de 10 años. Asimismo, el artículo 4° establece la estabilidad fiscal por el término de 15 o 10 años, según corresponda.

La provincia de Córdoba, mediante la Ley Provincial 9.397, adhiere a la Ley nacional 26.093 y declara de interés público la promoción de la producción, procesamiento y uso sustentable de biocombustibles en el territorio provincial, como también la promoción en forma directa de la investigación tecnológica en el desarrollo del sector. La Ley establece la exención por 15 años para el pago de tributos que gravan ingresos brutos, producción, industrialización y almacenamiento así como los sellados de actos, contratos y operaciones realizadas que tengan por objeto los biocombustibles. Además, los proyectos comprendidos en la Ley y radicados en la provincia de Córdoba gozarán de los beneficios establecidos en el Programa de Promoción y Desarrollo Industrial de Córdoba.

En marzo de 2007, Entre Ríos otorgó media sanción a un proyecto por el cual se adhiere a la Ley Nacional 26.093 y se crea un Programa Provincial de Promoción de la Investigación y la Producción de Biocombustibles. Propone también el otorgamiento de incentivos fiscales para las actividades de producción, almacenamiento y comercialización de biocombustibles, que incluyen la eximición por 5 años del impuesto a los ingresos brutos, del impuesto a los sellos y del impuesto inmobiliario a los inmuebles afectados a su producción y almacenamiento. Otras provincias del territorio nacional han impulsado distintos proyectos con características similares a los mencionados anteriormente.

Es necesario combatir la incertidumbre actual en la que nos encontramos próximo a vencer este Régimen de Regulación y Promoción para la producción y uso sustentable de Biocombustible, dando seguridad al inversor y es por ello necesaria la intervención del Poder Ejecutivo que proceda a la prorroga y de esta manera asegure al sector que las reglas del juego no van a cambiar al corto plazo.

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