Cambio climático: Más de 70 ONG rechazaron el retiro de la Argentina de la COP29
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Más de 70 organizaciones ambientales y de la sociedad civil advirtieron sobre el «grave retroceso» en política ambiental y climática por la decisión del gobierno de Milei de retirar a la Argentina de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), de Azerbaiyán.
“Retirarse de las negociaciones climáticas impactará negativamente en la imagen internacional de nuestro país, lo que a su vez podría repercutir en la actividad productiva y las exportaciones. Esto adquiere especial relevancia en un contexto global donde los estándares son cada vez más estrictos, frecuentemente vinculados a metas climáticas o a garantías de productos de un origen libre de deforestación”, expresaron las organizaciones en el comunicado publicado este martes.
Argentina ha participado en las negociaciones climáticas desde la adopción de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) en 1992 y ha generado enormes contribuciones en la materia.
Las organizaciones firmantes sostienen que la decisión adoptada “constituye una clara violación a la Ley de Presupuestos Mínimos de Adaptación y Mitigación al de Cambio Climático (Ley 27.520/19) votada hace muy pocos años por unanimidad por el Congreso de la Nación y fundamentalmente a los postulados de protección ambiental dispuestos por el Art. 41 de la Constitución Nacional”.
Comunicado completo de las organizaciones
Rechazamos el retiro de la República Argentina de las negociaciones de la COP29 e instamos
a mantener los compromisos internacionales de Cambio Climático.
Las organizaciones abajo firmantes rechazamos de manera categórica la decisión del gobierno
argentino de retirar a la delegación oficial de las negociaciones de la COP29 de Cambio Climático.
La decisión adoptada por el gobierno constituye un retroceso histórico en materia de política
ambiental y climática para nuestro país. La Argentina ha participado de manera activa en las
negociaciones climáticas desde la adopción de la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre Cambio Climático (CMNUCC) en 1992 y ha generado enormes contribuciones en la
materia.
La ausencia de esta instancia de negociación y participación en estos espacios multilaterales,
además de romper con una larga tradición internacional, nos margina y aleja de las posiciones
que sostienen las democracias más desarrolladas en la materia. Además, nos priva de participar
en la toma de decisión sobre un tema fundamental para el país: el financiamiento necesario para
abordar la crisis climática y ecológica.
De la misma forma instamos a cumplir de manera plena con los compromisos asumidos tanto a
nivel nacional como internacional con el Acuerdo de París, el cual ha sido ratificado mediante la
ley Nº 27.270 y rechazamos cualquier intento o iniciativa que implique el apartamiento del
mismo.
Argentina es un país que sufre de manera directa las consecuencias que produce el cambio
climático con eventos cada vez más severos y frecuentes como las sequias, los incendios,
inundaciones y la destrucción de bosques y de biodiversidad, que han generado pérdidas de
vidas humanas y daños de todo tipo, principalmente en la población más vulnerable.
Por ello, necesitamos contar cada vez con más y mejor financiamiento que nos permite hacer
frente a estas graves consecuencias y adaptarnos a los cambios que están ocurriendo más allá
de cualquier creencia sobre su origen. Es participando en las negociaciones globales climáticas
donde podremos incidir para logar conseguir las herramientas que nos permitan hacer frente a
esta realidad. Más aun cuando se espera que la COP29 defina una nueva meta cuantificada de
financiamiento climático que los países del Norte Global deben proveer a los países del Sur
Global para poder abordar los daños y prevenir futuros perjuicios causados por el cambio
climático.
Este es un espacio en el que todos los Estados Partes deben ser escuchados, poniendo sobre la
mesa sus necesidades y circunstancias, y donde existen oportunidades significativas para
construir y avanzar con agendas más ambiciosas que fomenten la reducción de emisiones de
gases de efecto invernadero y la adaptación al cambio climático, siempre sobre la base del
principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas.
Retirarse de las negociaciones climáticas impactará negativamente en la imagen internacional
de nuestro país, lo que a su vez podría repercutir en la actividad productora y las exportaciones.
Esto adquiere especial relevancia en un contexto global donde los estándares son cada vez más
estrictos, frecuentemente vinculados a metas climáticas o a garantías de productos de un origen
libre de deforestación.
La decisión adoptada, además de no haber sido explicada constituye una clara violación a la Ley
de Presupuestos Mínimos de Adaptación y Mitigación al de Cambio Climático (Ley 27.520/19) votada hace muy pocos años por unanimidad por el Congreso de la Nación y fundamentalmente
a los postulados de protección ambiental dispuestos por el Art. 41 de la Constitución Nacional.